viernes, 18 de diciembre de 2020

Fuimos. Homero Manzi.


Fuimos

    Música: José Dames
    Letra: Homero Manzi


    Fui como una lluvia de cenizas y fatigas
    en las horas resignadas de tu vida…
    Gota de vinagre derramada,
    fatalmente derramada, sobre todas tus heridas.
    Fuiste por mi culpa golondrina entre la nieve
    rosa marchitada por la nube que no llueve.
    Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza
    que no puede vislumbrar su tarde mansa.
    Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
    que no llora, que se echó a morir.

    ¡Vete…!
    ¿No comprendes que te estás matando?
    ¿No comprendes que te estoy llamando?
    ¡Vete…!
    No me beses que te estoy llorando
    ¡Y quisiera no llorarte más!
    ¿No ves?,
    es mejor que mi dolor
    quede tirado con tu amor
    librado de mi amor final
    ¡Vete!,
    ¿No comprendes que te estoy salvando?
    ¿No comprendes que te estoy amando?
    ¡No me sigas, ni me llames, ni me beses
    ni me llores, ni me quieras más!

    Fuimos abrazados a la angustia de un presagio
    por la noche de un camino sin salidas,
    pálidos despojos de un naufragio
    sacudidos por las olas del amor y de la vida.
    Fuimos empujados en un viento desolado…
    sombras de una sombra que tornaba del pasado.
    Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza,
    que no puede vislumbrar su tarde mansa.
    Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
    que no llora, que se echó a morir.

    https://youtu.be/Nc7GR6Cwdps

    https://youtu.be/plDOBYzwsGs


    jueves, 17 de diciembre de 2020

    Las Ciudades Invisibles: Anastasia.

     

    Al cabo de tres jornadas, andando hacia el mediodía, el hombre se encuentra en Anastasia, ciudad bañada por canales concéntricos y sobrevoladas por cometas. Debería ahora enumerar las mercancías que se compran a buen precio: ágata, ónix, crisopacio y otras variedades de calcedonia; alabar la carne de faisán dorado que se cocina sobre la llama de leña de cerezo estacionada y se espolvorea con mucho orégano; hablar de las mujeres que he visto bañarse en el estanque de un jardín y que a veces - así cuentan - invitan al viajero a desvestirse con ellas y a perseguirlas en el agua. Pero con estas noticias no te diré la verdadera esencia de la ciudad: porque mientras la descripción de Anastasia no hace sino despertar los deseos uno por uno, para obligarte a ahogarlos, a quien se encuentra una mañana en medio de Anastasia, los deseos se les despiertan todos juntos y lo circundan. La ciudad se te aparece como un todo en el que ningún deseo se pierde y del que tú formas parte, y como ella goza de todo lo que tú no gozas, no te queda sino habitar el deseo y contentarte. Tal poder, que a veces dicen malignos, a veces benigno, tiene Anastasia, ciudad engañadora: si durante ocho horas al día trabajas como tallador de ágatas, ónices, crisopacios, tu afán que da forma al deseo toma del deseo su forma, y crees que gozas por toda Anastasia cuando sólo eres su esclavo.

    Italo Calvino

    jueves, 3 de diciembre de 2020

    Pasos. Malena Muyala.

    Vamos por un camino añejo
    Somos almas que lleva el tiempo
    Sombras cargando su pasado
    Siembra de los que no han estado
    Pasará, pasará
    Deja que te susurre el viento
    Viaja sin pena ni lamento
    Todo lo que creí perdido,
    Labra las huellas del destino
    Pasará, pasará
    Pasamanos
    Pasatiempo
    Pasacalles
    Paso yo
    Pasa el sueño y la vigilia
    Pasa el tiempo del perdón
    Pasan padres
    Pasan vidas
    Pasa el día del amor
    Paso firme de las cosas
    Que nos deja
    Solos
    Vidas pendiendo de la nada
    Hojas de una rama cortada
    Nada será lo que has vivido
    Todo para entrar al olvido
    Pasará, pasará
    Cuando insista la memoria
    Aclama por la misericordia
    Diosas que se venden al peso
    Reptan en un mercado inmenso
    Pasará, pasará
    Pasamanos
    Pasatiempo
    Pasacalles
    Paso yo
    Sin saber lo que nos pasa
    Pasa el tren de la ocasión